Así mismo como su nombre lo dice, el programa se basó en la construcción de proyecto de vida de los participantes en un rango de edad de 14 a 28 años. En cada encuentro, ellos, tan participativos, atentos y animados, atendían a cada unas de las tematicas impartidas por el talento humano de la fundación. Personas capacitadas en escuchar, hablar, llenar de conocimiento y al mismo tiempo de crear ese vinculo de confianza, amistad y amor con cada uno de ellos.
Los participantes en cada uno de sus encuentros siempre estuvieron agradecidos por cada palabra de aliento que se les impartía. De igual manera, el programa en compañía de la fundación y la unicef generaron espacios para que los adolescentes y jovenes pudieran dar a conocer sus habilidades, unos mostraron su gran potencial por la cocina y dieron a conocer un poco más acerca de la gastronomía de su tierra natal (Venezuela), otros incursionaron en el arte, la danza y el canto, episodios que se dieron a conocer en las movilizaciones y actividades de gran magnitud.
Sin más por decir, cada encuentro, cada vinculo que se creó con los participantes fue de gran satisfacción y enriquecimiento, se pudo apreciar el amor que tienen ellos al verse vinculados en un territorio nuevo y desconocido.
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